Sin embargo, hay métodos más novedosos, con los que aún no se ha podido estudiar a un número tan elevado de alumnos para comparar el porcentaje de eficacia con los anteriores métodos, pero que parece que está dando muy buenos resultados y que, además, hacen que el estudio sea más llevadero. Toma nota:
- Practicar es mejor que memorizar. Según la universidad de Kent y de Harvard, la resolución de ejercicios, cuestionario, casos prácticos, etc. tiene mejores resultados a la hora de aprender, ya que la repetición de problemas nos permite ser más ágiles mentalmente, comprender cada situación y aprender a más largo plazo (no solo memorizar a corto). Si estos ejemplos de resolución se llevan a la vida cotidiana, mucho mejor, porque además veremos una utilidad real, por lo que conectaremos mucho más fácil con el conocimiento.
- Espaciar las sesiones de estudio de una misma materia. Es decir, no machaques una de ellas hasta que quedes hart@, sino que debes de ir alternando las diferentes materias y recuperándolas cuando pase un tiempo. De esta forma, tendrás que esforzarte por recordar lo aprendido y fijarás mucho mejor los conocimientos.
- Ponte dificultades. Yaaaa. Suena muy mal ¿verdad? Pero si hay algo que te resulta sencillo y buscas qué hay en un nivel superior, vas a potenciar el esfuerzo y a tener mucha más facilidad para integrar conocimientos. Es cierto que es más trabajo, pero de lo que se trata es de mejorar tu aprendizaje.
Puedes añadir, aunque no es una técnica, el estudiar aquello que te guste. Es difícil escoger una carrera o postgrado que te apasione mucho y que no encuentres alguna asignatura que se te atragante o que no te atraiga como el resto, pero seguro que cuando estudias motivado el aprendizaje te resulta más sencillo.
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