Muchas presentaciones son realmente perfectas en cuanto a escenario y puesta en escena, pero cuando finalizan realmente no te vas con una idea clara de lo que allí se estaba contando o ni siquiera sabes del tema que se trataba.
Hay presentaciones con unas gráficas impresionantes, llenas de datos, cifras... que realmente no aportan nada en ese momento. Antes de incluir este tipo de datos secundarios hay que valorar si es posible incluirlos en un dossier aparte o con la publicación de un artículo que contenga todos los detalles pormenorizados y datos secundarios.
En presentaciones cortas, como puede ser la defensa de un
Trabajo Final de Máster, o incluso más breves, la estructura debe ceñirse a la apertura, el cuerpo central del mensaje y las conclusiones y cierre.
Durante la apertura hemos de ser ingeniosos (siempre conociendo a la audiencia a la que nos dirigimos) para captar la atención del público e invitarles a que nos escuchen y, además, a que lo hagan con atención.
Es fundamental en este primer momento conseguir un tono positivo con la audiencia. Además, deberemos de ser breves y directos y reflejar el tema del que vamos a tratar.
Durante el desarrollo o núcleo central se hablará únicamente de los datos más relevantes. Solo de aquellos que le aportan valor a la audiencia y que generen recuerdo en ella.
Para ello habrá que hacerlo de forma clara y directa, hablando en el mismo lenguaje que nuestro público.
Y para que tenga el alcance deseado y el público pueda recordarlo, será necesario repetir el mensaje principal de distintas formas. No nos olvidemos de que solo se recordará una mínima parte de toda la exposición y que los últimos datos que se dan suelen ser los más fáciles de recordar, así que es conveniente acabar con unas conclusiones de lo expuesto y resaltar aquellos beneficios que consideremos importante.
Por supuesto, la información debe de presentarse de manera lógica y ordenada. Esto es algo que lleva tiempo, así que prepárate antes
El cierre coincide también con la despedida, pero no deberían de hacerse de manera inmediata.
El cierre es la última posibilidad que tenemos de influir en los oyentes, así que lancemos por última vez el mensaje que ha marcado nuestro objetivo durante toda la presentación y... esperemos. Aguantemos unos segundos para que los oyentes lo asimilen y, ya, podemos despedirnos de ellos (siempre agradeciendo su asistencia y la de todos los que han hecho posible esa presentación).
Cuando prepares tu presentación hazlo pensando en la audiencia que va a asistir, no en la que a ti te gustaría que asistiera. Piensa que también son personas y que han podido tener un día cansado. No sobrecargues el contenido para que quede una presentación más bonita. No los subestimes y pienses que están tan interesados en el tema como tú que no podrán dejar de prestarte atención.
Si quieres saber
cómo realizar una buena presentación no te pierdas estos consejos.
En SpainBS consideramos que una buena comunicación es fundamental para todos y, por eso, es un temario incluido en todos nuestros programas.