Aunque no parezca muy significativo, el lenguaje no verbal es mucho más incontrolable en épocas de incertidumbre. Actualmente nos encontramos en una de ellas y, aunque ya han pasado unos meses desde que la mascarilla llegó a nuestras vidas cotidianas, aún nos resulta difícil entender el lenguaje facial de las personas con las que hablamos, además de que nos lleva más esfuerzo el hacerlo.