Vivimos en un contexto en el que se ha producido una transformación en muchos aspectos: digitalización, nuevos modelos de negocio, demanda de puestos de trabajo que hace tan solo diez años ni existían… Las empresas deben ser capaces de adaptarse a los cambios si no quieren quedarse atrás.
El liderazgo se define como la habilidad de un individuo para influir, motivar y posibilitar que otras personas contribuyan a la efectividad y al éxito de las organizaciones de las que forma parte.
Al igual que se ha producido una transformación en los modelos de negocio, los líderes también tienen que adaptarse a los cambios. El estilo de liderazgo que necesitan ahora las empresas no puede ser el mismo al de hace unos años.
El líder tradicional se caracteriza por el uso de la autoridad, una comunicación unidireccional, toma de decisiones unilateral, criterios de evaluación no conocidos por el resto del equipo, poca flexibilidad… Características que hoy en día solo impiden el crecimiento de cualquier empresa.
Frente a este estilo de liderazgo tradicional encontramos al líder colaborativo cuyas cualidades son las siguientes:
-Escucha
-Confía
-Delega
-Sabe comunicar
-Establece unos objetivos compartidos
-Guía al equipo
-Soluciona los problemas
El líder colaborativo debe tener una fuerte inteligencia emocional para guiar y conducir a su equipo hacia unos objetivos comunes haciéndoles sentir partícipes de los logros.
Hay que estar preparados para los nuevos cambios y para ello es necesario un estilo de liderazgo que ayuda a adaptarse a las transformaciones.
¿Con qué estilo de liderazgo te quedas?