Las habilidades imprescindibles que definen al líder digital de una empresa

La forma de liderar las empresas también ha cambiado. Ahora hay una forma de comportarse diferente a la de hace unos años. 

Tras casi 20 años dedicándome al sector digital veo cómo evoluciona casi diariamente, y con él la sociedad. Después de haber liderado en diferentes multinacionales y de haber observado a compañeros, jefes y competidores hay una cosa que me queda clara, estamos en la era digital de las personas.

Cada empresa define su estrategia en un número diferente de pilares y basándose en diversas prioridades. Sin embargo, lo que veo en estos años es que todas las organizaciones tienen a las personas en el centro de su estrategia: el cliente, el empleado, el accionista e, incluso, el proveedor. Este giro de 180º de esta última década nos trae una sociedad mucho más empática, colaborativa, solidaria, participativa, y el reflejo de ello lo encontramos en los líderes que dirigen las empresas.

Tras varios años liderando proyectos digitales y escuchando a empleados, colegas y superiores podría resumir en dos aspectos las habilidades que he visto que la gran mayoría de líderes digitales compartían y que, espero, sigan funcionando por muchos años.

Comenzaré con las habilidades sociales; en donde destaco la empatía y la capacidad para escuchar. Empatía porque, aunque no estés de acuerdo con la otra persona, sí que tenemos que ser capaces de ponernos en su lugar y de entenderle, insisto aunque no se tenga su misma visión.

Y la capacidad de escuchar que me parece fundamental. Y hablo de escuchar, no de oír. Escuchando conocemos las necesidades de los otros, sus objetivos, sus puntos fuertes y los débiles, sus gustos, sus prioridades... lo que nos ayuda a negociar con empleados, con superiores y con proveedores; a conocer las necesidades de nuestros clientes y ofrecerles la solución que están esperando; a anticiparnos a los deseos de las personas -incluidas las que forman parte de nuestra vida personal-.

Dominio de las habilidades digitales

En cuanto a las habilidades laborales digitales destaco el dominio de ciertas herramientas hoy imprescindibles como son la Analítica, el Big Data y ciertos conocimientos sobre temas de marketing digital y el producto digital. En todas ellas creo que no es necesario que sean expertos, pero sí que sepan cómo interpretarlas y qué uso hacer de ellas. Lo mismo que es necesario que sepan interpretar un balance, debe de serlo saber interpretar las métricas de una web.

El Big Data ayuda a la toma de decisiones informadas con grandes volúmenes de datos en todos los entornos: para el análisis de fenómenos naturales como el clima o de datos sismográficos, en entornos como la salud, para anticiparse por ejemplo a los brotes de gripe, en el de la seguridad, en el que también se pueden anticipar los horarios y zonas con más riesgo de producirse delitos, y por supuesto, en el ámbito empresarial, para conocer entre otros las tendencias del mercado y las necesidades del cliente.

Hace unos meses estuve con un directivo de una pequeña empresa que nunca se había sentado delante de una página de Google Analytics y, tras mostrarle mínimamente las posibilidades que le ofrecía para su toma de decisiones, la cara de dicho empresario, aparte de sorpresa y perplejidad, radiaba felicidad. Me confesó que, aunque había conseguido sobrevivir a la crisis, su empresa estaba tocando fondo y que por nada del mundo le gustaría cerrarla. La semana pasada le pegué un telefonazo para saber qué tal la puesta en marcha de la formación que habían recibido y nada más grato que su respuesta; aunque despacio está consiguiendo ver resultados positivos y sus empleados trabajan en un ambiente más tranquilo.

A mí, he de reconocerlo, respuestas como ésta me hacen levantarme feliz para seguir aportando mi granito a la transformación de las empresas. Me siento partícipe de sus éxitos cuando ven lo que son capaces de hacer, cuando descubren un panorama de herramientas diseñadas para que cosas inmensamente más grandes y complejas empiecen a tener sentido para ellos.

Por eso, estoy convencido de que cualquier persona que tenga que tomar decisiones debe dominar estas habilidades, sino corremos el riesgo de perder competitividad porque seguramente el resto de empresas competidoras del sector sí que lo hacen. Por suerte, todos los tipos de habilidades de los que he hablado no son innatas, aunque algunos las tengan más desarrolladas que otros, sino que se pueden adquirir y mejorar las que poseemos.