El contacto formal con otra persona se inicia dando la mano. En una reunión de trabajo, dependiendo de si somos los anfitriones o no, el saludo lo iniciaremos o esperaremos a ser recibidos. En cualquiera de los casos, no podemos obviar que somos la representación de la empresa, su imagen y vamos a hablar en representación de ella. La persona con la que vamos a conversar se va a formar muy rápidamente una impresión sobre nosotros y, por lo tanto, sobre nuestra empresa.