Para un Social Media es muy importante conocer TODAS las redes sociales que existen. Primero, porque es su trabajo y, segundo, porque en cada momento (y con cada empresa en la que trabaje) va a necesitar publicar o interactuar en unas u otras.
Ya sabemos que hay más de 50 redes sociales, para todas las edades y gustos, pero desconocemos para quién vamos a poder trabajar y cuál será al público al que nos vamos a dirigir. Resumiendo, que, aunque en nuestro quehacer diario solo usemos 5 redes sociales, no nos podemos permitir no conocer el resto de las que existen.
Como en todo, las redes sociales tienen ventajas y desventajas. Vamos a ver las principales de cada una de ellas.
- Ventajas: La principal es que sabemos lo que dicen de nuestra marca en tiempo real y, además, podemos interactuar con nuestros usuarios de forma directa, inmediata y transparente.
En base a esto nos surgen otra serie de ventajas, como por ejemplo que podemos redirigir las conversaciones. Si nos surge una crisis con un usuario no podemos discutir con él en el muro, tendremos que evitar las confrontaciones y seguir la conversación por privado.
También podremos crearnos una base de datos con futuros clientes (captación de leads).
- Entre las desventajas podemos comprobar que cada día hay más usuarios en las redes, tanto privados como marcas. Esto se traduce en que cada vez es más difícil llegar a los usuarios que realmente nos importan (todos metemos mensajes y comunicativamente es más difícil ser visto y destacar). Además, no nos olvidemos que en cualquiera de las redes el trending topic se traduce principalmente en deportes, política y algún programa concreto de la televisión, así que ¿a quién queremos “molestar” con nuestro producto o servicio?
Para intentar solucionar este inconveniente hay que tratar de ser lo más creativo posible. Se puede cumplir con el expediente y listo, pero entonces nuestro trabajo tampoco destacará sobre el del resto de profesionales.
También debemos de tratar ser lo más cercanos posibles a nuestra comunidad, por lo que no nos queda más remedio que conocerla y contarles lo que quieren escuchar. Día a día aprendemos de ella (qué es aquello que más le ha gustado, a qué tema le han dedicado tiempo para comentar y en qué sentido...). Todos los días no podemos publicar lo mismo, pero si los conocemos y sabemos cuáles son sus temas favoritos sí que podemos ser más directos y, cada cierto tiempo, publicar cosas que sabemos que les gustan más que otras (por ejemplo, un vídeo, una opinión, etc. Si siempre les damos lo mismo también acaban cansándose).
A través de los años, aparte de haberse multiplicado el número de redes sociales, con los diferentes públicos objetivos y especializaciones que hay (podcast, vídeos, mensajes...), también se modifican el alcance que las empresas tienen hacia sus seguidores. Todo el mundo sabe que si tienes 2.000 seguidores, por ejemplo en Facebook, aquello que publiques igual solo llega a 300 y, si quieres llegar a todos (sean o no de interés para ti) tienes que pagar. A mayor número de seguidores, menor alcance orgánico tienen las empresas. Pero, lógicamente, Facebook es un negocio, no una ONG.
Por eso es importante valorar si el trabajo y horas que dedicamos a crear contenido orgánico tiene sentido o no. Para ser visible solo con contenido orgánico es necesario tener una comunidad súper grande, publicar vídeos y texto de calidad y que los usuarios, al compartirlo, logren impactar a un número considerable de público.
Cuando esto no es posible, bien porque no tenemos una comunidad tan grande o bien porque no disponemos del tiempo y los recursos para estar generando contenido de calidad de continuo, no nos queda más remedio que apoyarnos en la publicidad. Y, para tener éxito, necesitamos un plan, una estrategia.
El Plan de Acción para las redes sociales
Planear y No Actuar no sirve de nada. Para tener éxito en los Social Media hay que hacer un llamado a la acción.
Lo primero que debemos conocer es que, como ocurre en otras profesiones, el trabajo que se ve (táctica) es mucho menor que el trabajo que realmente existe (estrategia). En este iceberg del Social Media, el trabajo que no se ve son los cimientos de que luego el plan salga bien.
Para comenzar a diseñar el plan de acción lo primero que tenemos que definir son los objetivos que queremos lograr (¿vender algo?, ¿captar leads?, ¿conseguir suscriptores?, ¿más seguidores?...). Los objetivos tienen que ir alineados con los intereses de la empresa.
Dentro de los cimientos también debemos incluir las herramientas que vamos a usar para monitorear, las etiquetas que usaremos para saber la procedencia de un lead, planificar los contenidos que queremos sacar, analizar las audiencias, preparar cupones descuento... Este trabajo es esencial para que todo funcione bien. Y también es importante que tu cliente o tus jefes conozcan todo el trabajo que hay detrás de una campaña y que no se ve, pero que lleva muchas horas, recursos y esfuerzos.
Y cuando tengamos todos los cimientos damos el salto a lo visible y comenzamos con las publicaciones.
Es importante, cuando hagamos una estrategia de Social Media que ésta sea constante (no puedes publicar una semana 12 contenidos y la siguiente nada), ingeniosa, creativa, atrevida, planificada y, por supuesto, conociendo los objetivos que queremos conseguir con ella.
Si tu vocación es convertirte en un experto del Social Media debes de saber que es una profesión, además de demandada por las empresas de todos los tamaños y sectores, “diferente”, en la que te encuentras con grandes alegrías, en la que no estarás sumido en la rutina de otras profesiones y tendrás autonomía, pero también debes de saber que las redes sociales no paran, por lo que debes de estar pendiente continuamente de ellas. No puedes desconectar a las 5 de la tarde o los fines de semana. El Social Media es el embajador de la marca para la que trabaja.
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