Cada estudiante tiene sus preferencias, pero es importante establecer una rutina que permita compaginar el horario de estudio con el resto de las actividades que realizamos el resto del día. Por eso, muchas veces las preferencias son incompatibles con las obligaciones. En estos casos es conveniente analizar las horas en las que estamos más receptivos para que lo hagamos con el mínimo esfuerzo, siempre buscando el equilibrio entre el estudio, el sueño, las obligaciones y la distracción.
¿Mañanas, tardes o noches? Veamos cuál te puede ir mejor:
- Si no estás trabajando, los expertos aseguran que el mejor horario es por la mañana, después haberte aseado y desayunado con energía. Entre las 7 y las 10 de la mañana el rendimiento es bastante bueno. Después se puede realizar un pequeño descanso y volver a la tarea.
Madrugar para estudiar también es recomendable en las épocas estivales, ya que el calor es menor en estas horas.
Otro beneficio del horario matutino es que puedes estudiar con luz natural
- Si tienes un trabajo a media jornada un buen horario para estudiar es por las tardes. Una vez que has comido y reposado un rato vuelves a estar completo de energías para afrontar la jornada de estudio.
- Si trabajas a jornada completa y, además cuando llegas a casa tienes que atender a los niños, realizar tareas... es mejor que este horario lo planifiques para los fines de semana. Establece un horario que vayas a cumplir y al mismo tiempo compatibilizar con el resto de las cosas que quieras realizar.
- Algunos prefieren hacerlo por la noche (los conocidos como alumnos búho), ya que creen que el silencio de estas horas les beneficia. Sin embargo, es un horario que para mantenerlo mucho tiempo puede provocar trastornos en el descanso por el cúmulo de sueño.
Un estudio realizado en la Universidad de Harvard, publicado en la revista Nature Neuroscience, asegura que una noche de descanso te ayuda a reforzar lo aprendido, ya que mientras estás durmiendo, tu cerebro transfiere lo que has aprendido a la memoria a largo plazo. Si es al contrario y te mantienes despierto aumentan las probabilidades de que esa información se desvanezca.
Si un día tienes que saltarte el horario de estudio, no pasa nada. Intenta recuperar esas horas en tramos cortos en varios días, no de golpe. Ah, y cuando estés cansado, con sueño o con hambre evita ponerte a estudiar, ya que dedicarás el tiempo sin que te cunda nada. Es preferible que eches una cabezada o picotees sano para comenzar un rato más tarde.