El servicio es algo que nos dan mientras que la atención es como nos hacen sentir cuando nos dan ese servicio.
Las empresas, las instituciones públicas, los políticos y las personas en general queremos tener "
experiencias memorables" con nuestros clientes y con nuestras audiencias y para ello debemos ocuparnos de "
hacerlos sentir bien".
La atención excelente es un arte que tiene claves muy específicas de elementos actitudinales y de comunicación y tiene su fundamento en interactuar con otros, enfocándome en
interesarme en quien atiendo y para que lo atiendo.
La etimología de las palabras “Servir” y “Servicio” vienen de la idea de “Servidumbre” y de “Servus” que significaba “esclavo” y por eso la idea de Servir despierta una reacción negativa.
Nuestro foco en las palabras es crucial ya que “atención” y “atender” son palabras asociadas a la idea de “extenderse” que está asociada a la idea que hay otro con el cual me quiero conectar.
La palabra “Cliente” viene de la Roma Imperial. Su origen es “Kliens” que eran las personas protegidas y cuidadas por los nobles romanos, los patricios, para que esos invitados y protegidos por el patricio, pudiesen disfrutar de los privilegios de vivir dentro de la ciudad.
Cuando atiendo a un cliente estoy haciendo un ejercicio de dignidad al extenderme hacia ese otro ser humano y, como dijo la poeta Maya Angelou, hacer por él algo tan especial, “
que nunca olvide lo importante y único que le hice sentir”.
Atender con dignidad es un arte que requiere que tenga muy claro el impacto de esos criterios en mí mismo y en mis clientes, y aclaro que me refiero tanto a mis clientes internos (familia, compañeros de trabajo, vecinos, proveedores) como a mis clientes externos.
Por ello debo prestar particular atención a atenderme a mí mismo y estar muy atento del desgaste terrible que tiene la rutina. Contra la rutina, los artistas y los deportistas de alta competencia se protegen practicando lo básico, todos los días, para que cuando les toque ejecutar todo salga muy bien.
Dentro de los criterios del
Arte de la Atención debo dedicarme a crear una atmósfera de confianza que permita la interacción clara. En esa atmosfera de confianza es crucial que me entrene para estar atento a ver y a celebrar lo positivo de las personas y las situaciones que me rodean.
Finalmente debo aprender a redireccionar las situaciones y las personas en el momento que se alejan de los resultados deseados. Esto implica Cambia el foco de la frustración que se siente por el error, por el foco de las emociones positivas alrededor de los logros.
Dominar este “
Arte de la Atención Excelente” me permite evitar el escalamiento para no llegar a situaciones tensas. Y en caso de llegar a situaciones tensas, tener los criterios para regresar la situación a condiciones en las cuales sea posible dialogar.
Cuando perseveramos, con un programa de ejercicios regulares del “
Arte de la Atención Excelente” transformamos estas habilidades fundamentales de la atención en hábitos de interacción que siempre logran que los otros se sientan muy bien atendidos y así podemos crear situaciones memorables.
En definitiva
el arte supremo de la atención excelente es un conjunto de decisiones personales que toma el que atiende para ser un artista y hacer sentir a las personas.