El papel de los directivos en la transformación digital es fundamental, pero no todas las empresas pueden permitirse incorporar a un Director de Transformación Digital (Chief Digital Officer -CDO-) para que la lleve a cabo. Motivos para comenzar por los directivos hay muchos pero uno que me parece fundamental es el que entiendan y gestionen las oportunidades digitales y las amenazas que conllevan este nuevo avance.
El ir saltando la barrera hacia lo online no significa que el offline vaya a desaparecer -creo que en muchos años no-, sino que es la adaptación a los clientes, tanto nuevos como antiguos, y también a los proveedores. Ahora debemos mimar a los clientes físicos y a los nuevos consumidores digitales, debemos adaptar nuestro producto o nuestro servicio a la venta física y a la online. Y no hablemos de las ventajas que tenemos en cuanto a los proveedores. En este caso, como clientes encontramos una oferta mucho más amplia, más rápida y más universal.
Podríamos citar muchos casos de fracasos de empresas que no se han subido al tren de la transformación digital y que han sido "devorados" por competidores, a los que ni les veían venir o que simplemente les han ignorado. Uno de ellos puede ser el de la cadena de alquiler de videojuegos y películas Blockbuster. Una organización con presencia mundial y un importantísimo número de empleados que no se planteó el alquiler en línea como sí lo hicieron compañías como Netflix o Redbox, y cuando decidió subirse al vagón ya era demasiado tarde. Y qué decir, también de Kodak, por ejemplo.
Aportación de las competencias digitales
Antes de que sea demasiado tarde para su empresa dote de las competencias digitales necesarias a sus empleados. Comience con la alfabetización digital para que, además de saber utilizar un ordenador, aprendan a encontrar, usar, crear, transmitir y compartir información -posiblemente la mayoría esta etapa ya la dominen-, y a continuación pase a que conozcan las competencias digitales para finalizar con el uso de las herramientas digitales: como los softwares que existen en ofimática, en redes sociales, los marcadores sociales que les permitan almacenar, clasificar y compartir enlaces en Internet con otras personas, la vigilancia 2.0 para estar al día de las alertas que nos interesan y controlar a la competencia, las aplicaciones multimedia como YouTube, y unas tantas aplicaciones más que van a hacer a los trabajadores más productivos y a la empresa más competitiva.
Pero si usted no es empresario ni directivo no se quede tampoco parado. Si ve que su empresa no le va a facilitar las competencias digitales que hoy en día son vitales, búsquelas por su cuenta o hable con sus superiores -recuérdeles la existencia de bonificaciones para la formación, entre otras la de la Fundación Tripartita, que pueden hacer que el coste sea en muchos casos cero-. La obligación de la empresa es proveer a los empleados de los recursos necesarios, tanto técnicos como formativos, para que puedan desarrollar sin problemas su trabajo.
En el último trimestre del año los departamentos dan forma a sus presupuestos y estrategias y creo que es algo que todos deben contemplar entre sus objetivos como prioritario. Hay diferentes estrategias para iniciar la transformación digital. Lo importante es iniciarla cuanto antes, marcarse unos objetivos y un tiempo para ponerla en marcha, porque ya no es el futuro... es el presente y sin ella lo más probable es que muchas empresas, que hasta ahora han sido exitosas o lo podrían ser, se queden en el camino.