La transformación digital en la que nos encontramos sumergidos obliga a los líderes y organizaciones a adaptarse a los cambios. El líder de hace 50 años ya no es compatible con la sociedad y formas de trabajar que han ido surgiendo. Los líderes de esta cuarta revolución industrial tienen que ser catalizadores del cambio y contar con la capacidad de inspirar y motivar despertando emociones con respecto al trabajo.
Por una parte, todos conocemos a nuestro alrededor a personas dotadas de liderazgo que:
- Articulan y despiertan entusiasmo en pos de una visión y una misión compartidas.
- Se ponen a la vanguardia cuando es necesario, cualquiera sea su cargo.
- Orientan el desempeño de otros, haciéndoles asumir su responsabilidad.
- Guían mediante el ejemplo.
Ahora pasamos a ver… ¿Cuáles son las aptitudes del líder?
Cada aptitud emocional interactúa con las otras; esto se aplica, sobre todo, a la aptitud para el liderazgo. La tarea del líder requiere una amplia variedad de habilidades personales. La aptitud emocional constituye aproximadamente dos tercios de los ingredientes para un desempeño estelar, pero en el caso de los líderes sobresalientes llega al 80 y 100% de las aptitudes que las empresas consideran cruciales para el éxito.
Entre los directores ejecutivos más eficientes hay tres clases principales de aptitud:
Las dos primeras caen bajo el título de
inteligencia emocional; la primera incluye aptitudes tales como el logro, la seguridad en uno mismo y el compromiso, mientras que la segunda consiste en
aptitudes sociales, como la influencia, la conciencia política y la empatía. Esta ancha banda de facultades es característica de los grandes directores ejecutivos de África, Asia, las Américas y Europa; esto sugiere que los rasgos de los líderes sobresalientes trascienden los límites culturales y nacionales.
Además, saben aplicar el arte de dirigir y ello significa que: se conoce la organización; se tienen claros los objetivos; se ejerce el control y la supervisión; se sabe delegar; se tiene la habilidad de integrar a las personas; se es un experto en cohesionar equipos. Dirigir es conducir un objeto o persona hacia un lugar, espacio o resultado determinado. Implica unidirección en la transmisión de la información, jerarquización, previsión, planificación, competitividad y marcar pautas. Pero los grandes líderes van un paso más allá:
integran las realidades emocionales con lo que ven. Su inteligencia emocional les permite fundir todos estos elementos en una visión inspirada.
El líder de la transformación
En este punto vamos a hablar de los líderes de la transformación y del cambio que, aunque nos puede parecer extraño, no son siempre innovadores. Si bien los primeros saben reconocer el valor de una idea novedosa o de una manera nueva de hacer las cosas, a menudo no son ellos quienes originan la innovación. En tiempos de transformación se requiere además de la capacidad de innovar la de inspirar. El modelo de "liderazgo para la transformación" va más allá del liderazgo conocido y su principal objetivo es la inspiración.
Características del líder para la transformación
- Son capaces de incentivar por el mero poder de su propio entusiasmo.
- No ordenan ni dirigen: inspiran. Al articular su visión son estimulantes en lo intelectual y en lo emocional. Muestran una fuerte convicción en lo que ven y entusiasman a otros para que lo busquen con ellos.
- Se esfuerzan por nutrir las relaciones con quienes forman su equipo.
- A diferencia de otros tipos de líder, más racionales, que alientan a sus profesionales con recompensas comunes, como los aumentos de sueldo y los ascensos, el líder de la transformación va a otro nivel; moviliza a la gente hacia el cambio despertándole emociones con respecto al trabajo que realizan.
- Apelan a su percepción del sentido y el valor. El trabajo se convierte en una especie de afirmación de integridad, una demostración de compromiso para con una misión mayor, que forma en cada uno la sensación de compartir una identidad apreciada. Para hacer esto se requiere que el líder articule una visión convincente de las nuevas metas de la organización. Aunque éstas puedan ser algo utópicas, el hecho de comprometerse con ellas puede resultar, en sí, emocionalmente satisfactorio. Despertar emociones de esta manera y dirigirlas hacia metas elevadas y nobles brinda al líder una fuerza poderosa para el cambio.
El trabajo del líder/la líder es ser un mediador/a entre la organización y su entorno, facilitando canales de relación, estrategias de comunicación y ampliando la visión, tanto de la organización como del entorno.En resumen podemos decir que liderar es comprender el propio poder y el de los demás, sugerir, dejar ir, delegar, hacer y dejar hacer, confiar, ser responsable, asumir el éxito y el fracaso, trabajar utilizando el rapport y el feedback, servirse de la comunicación bidireccional, intuir, escuchar, fomentar la empatía...
Todos los
másteres de Spain Business School cuentan con asignaturas dirigidas a las habilidades directivas, comunicación y hablar en público puesto que, además de los conocimientos técnicos, hoy en día son necesarias otro tipo de habilidades que nos ayuden a convertirnos en los profesionales que demanda la era digital.