Reconozco que la motivación trascendente suele pasar inadvertida ya que no es habitual mencionarla. Esta motivación no es para nosotros, sino para los demás. Las personas que viven con esta motivación como filosofía viven para ayudar a los demás, en el día a día, dedicando lo mejor de sí en sus responsabilidades.
La motivación trascendente viene a ser aquel impulso que mueve a las personas a actuar por las consecuencias de sus acciones para otras personas: es servir a los demás. Lo que diferencia a esta motivación es que las necesidades que la acción busca satisfacer son necesidades de personas distintas de aquella que realiza la acción. A esta motivación nos referimos frecuentemente cuando hablamos de generosidad (¿Os acordáis de las fortalezas del Dr. Seligman?). Esta motivación recoge el hecho de que un ser humano no es indiferente a las necesidades o las satisfacciones de los otros seres humanos.
Los tres tipos de motivación que se producen en el ámbito profesional se pueden relacionar por el horizonte temporal por el que se ven afectados. Es decir:
1. La motivación extrínseca se relaciona con el corto plazo, si conseguimos ese merecido aumento de sueldo que llevamos tiempo negociando o esperando, pero una vez conseguido sus efectos motivadores tienden a desvanecerse en poco tiempo (de modo que todo lo que tenga que ver con una motivación extrínseca tiene que renovarse en cortos circuitos temporales).
2. La motivación intrínseca se vincula mejor con el medio plazo, ese objetivo que nos hemos planteado conseguir como, por ejemplo, el nombramiento de una jefatura de departamento largamente trabajada, terminar la carrera universitaria, un máster, etc. También se tiene que trabajar para, una vez alcanzado el objetivo, continuar con actitudes realmente motivadoras que nos conducen a disfrutar de nuestro trabajo y de multiplicar las soluciones ante los retos.
3. Finalmente, la motivación trascendente se relaciona con el largo plazo, pues es un estilo que nos hace movilizarnos en un horizonte largo, nos hace recorrer caminos para abordar la vida y el trabajo desde la generosidad, la confianza, la actitud de servicio y nos hace conquistadores de grandes proyectos. Con todo, esta motivación especialmente debe venir impulsada por el líder. Si este no está implicado en fomentar este tipo de motivación es más difícil llevarla a cabo en un equipo.
En un entorno tan competitivo es todo un desafío aplicar la motivación trascendente. Con todo, si estamos convencidos de que los EAR (Equipos de Alto Rendimiento) se basan en la confianza y en la cooperación porque se consiguen resultados exponenciales, pues a lo mejor estamos expresando con otras palabras el sentido de la generosidad basada en una fuerte autoestima porque ser generosos no significa no saber poner límites. Es saberlos poner con asertividad e inteligencia emocional.
Artículo escrito por Nuria Oriol, coach y profesora de habilidades directivas en todos los másteres de Spain Business School.
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