El diagnóstico es una etapa cuyo fin es analizar la situación en la que se encuentra la empresa en un momento dado. Para ello hay que analizar tanto la situación interna como la referida a su posición en el entorno competitivo, es decir, dónde está la organización con respecto a los objetivos que se había marcado y con respecto a los competidores. No obstante, el análisis ha de ir más allá y profundizar en el entorno institucional ya que cualquier eventual modificación de una norma legal, puede implicar alteraciones en la actividad o en las relaciones con proveedores o consumidores/clientes
A menudo escuchamos estas dos palabras, de hecho, estamos muy habituados a utilizarlas cuando trabajamos en entornos de multinacionales, pero ¿conocemos realmente su alcance?
Las empresas normalmente establecen planes estratégicos cada cierto tiempo. Esto no significa que lo hagan cada seis meses ni anualmente porque de lo que se trata es de definir la estrategia de la misma en un horizonte temporal de medio plazo, entre tres y cinco años de promedio. No obstante, aquí no hay reglas fijas y lo que, en determinados sectores puede ser un plazo muy largo, en otros resultaría corto, es decir, cinco años en una empresa tecnológica no es algo que deba plantearse, pero en un sector más conservador, donde los cambios no fluyan con tanta rapidez, ni internamente ni en el entorno, puede ser algo contemplable.
Lo mismo que sucede con la habitual confusión entre estrategia y táctica, la planificación tampoco está clara para muchos profesionales. Es cierto que se puede entender como la definición de los medios para alcanzar los objetivos marcados, pero, de nuevo, esta idea es vaga e imprecisa porque tiende a considerarse la programación como un proceso y no como una herramienta que permite alcanzar los objetivos, sean individuales o colectivos. No sólo es importante tener claro el concepto de planificación sino también entender su alcance. No obstante, la idea fundamental que subyace es la de prevalencia de voluntad por parte de alguien o de una organización por alcanzar unos objetivos marcados.
Este tema ha ido adquiriendo especial significado en los últimos años pues es algo complejo y la necesidad de disponer de herramientas que permitan afrontar de una manera adecuada los cambios que se han ido produciendo en el entorno.
A menudo se confunden estos dos conceptos, no sólo entre los estudiantes sino también entre los profesionales que elaboran planes en su quehacer diario. Cierto es que son dos ideas cuyos límites a veces no están claros, pero también es verdad que hay que acotar ambas y señalar hasta dónde llega cada cual.
Estrategia es elaborar un modelo que revele, las misiones, objetivos y metas, así como las políticas y planes esenciales para lograrlos, conociendo nuestras debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades de nuestro sector, de los clientes, de nuestros competidores, de nuestra sociedad, etc.
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