Los tipos básicos de SEO son:
- SEO on page. Que es aquel que se centra en el contenido que está en la página web y en cómo optimizarlo para ayudar a impujar a los primeros puestos la clasificación del sitio web en base a palabras clave específicas.
- SEO off page. Este SEO es el que se centra en los backlinks que apuntan a una web desde otras fuentes. Crear enlaces de alta calidad significa que ese sitio web está recomendado por fuentes relevantes y autorizadas. Esto se traduce en la generación de confianza ante los ojos de un motor de búsqueda, y al posicionamiento de forma óptima como resultado.
- SEO técnico. Son aquellas estrategias que están encaminadas a mejorar los elementos de un sitio web, como: la legibilidad, velocidad, capacidad de respuesta móvil, arquitectura, indexación, estructura de datos, etc.
No todas las empresas optimizan su sitio web de la misma manera, por lo tanto, no todos los SEO seguirán el mismo proceso estratégico. Consiste en examinar el nicho de mercado, descubrir qué es importante para la audiencia y desarrollar una estrategia que exponga el contenido correcto frente a dicho público.
Para crear una estrategia SEO debes:
Evaluar tu sitio web, haciendo hincapié en la experiencia de usuario para optimizar el sitio.
Establecer los objetivos SMART. Los objetivos facilitan que podamos seguir el progreso o el éxito de una campaña. Los objetivos SMART pueden ser tan grandes o pequeños como quieras. Puedes elegir establecer objetivos específicos para cada aspecto genérico, o incorporar los factores más significativos en un objetivo.
Estudia a la competencia. En la primera página de resultados solo hay 10 enlaces y la competencia puede ser bastante dura si queremos aparecer en esos lugares. La buena noticia es que no estás compitiendo por el ranking con una sola palabra clave. El éxito de tu competencia te puede ayudar a alcanzar tu propósito.
Realiza una auditoría SEO. Es importante que sepas dónde estás y cómo para poder establecer una comprensión básica e identificar fácilmente dónde se sitúan los márgenes de mejora.
Los principales puntos que debes controlar son:
- El diseño y usabilidad de tu sitio web: ¿es fácil de navegar? ¿es confiable?
- Si existen problemas técnicos que provocan que el sitio se cargue lentamente.
- Si los enlaces funcionan correctamente y envían a los usuarios al destino correcto.
- Si el rendimiento en las páginas de resultados del motor de búsqueda (SERP) es coherente con las palabras clave elegidas.
- Si el contenido de la web está optimizado para garantizar mejores conversiones.
Palabras clave naturales y palabras clave semánticas. Por lo general hay dos métodos diferentes en el desarrollo de contenido para SEO que funcionan:
- Escribir el contenido de forma natural y luego optimizar las palabras clave.
- Planificar las palabras de antemano e incorporarlas al contenido.
El contenido del sitio web. Al igual que los blogs, un sitio web debe contener las palabras clave que tus clientes pueden estar buscando, pero también debe proporcionar valor informando a los usuarios, dando respuesta a sus preguntas, brindando soluciones a sus problemas y ofreciendo información sobre servicios, productos eventos...
Enlaces internos y externos. Los enlaces internos pasan su “valor” de enlace de página a página, y los enlaces externos confiables e informativos ayudan a mejorar la credibilidad de un sitio web, por lo que proporciona una buena experiencia de usuario al posicionar tu contenido como un recurso valioso.
Además, los enlaces internos permiten a los motores de búsqueda encontrar y rastrear otras páginas de tu sitio. También muestran relaciones semánticas entre varias páginas, lo que ayuda a determinar mejor la relevancia en base a las consultas que se realicen en un buscador. Como regla general, debes intentar incluir al menos de 2 a 4 enlaces internos por publicación del blog.
Enlaces rotos y redireccionamientos. Los enlaces rotos y los redireccionamientos se dan al mover contenido o al cambiar el nombre de las URL de las páginas, pero sin actualizar los enlaces. Es uno de los errores más comunes y de los que generan una mala experiencia de usuario. Para el SEO también son una mala experiencia, ya que el rastreador no puede indexar contenido inexistente.
La respuesta móvil. Teniendo en cuenta que Google ha realizado cambios en su algoritmo para priorizar los resultados de búsqueda optimizados para dispositivos móviles, para realizar una estrategia de SEO óptima el sitio web deberá de contar con: tiempos rápidos de respuesta para estos dispositivos, el texto formateado para ajustarse a las pequeñas pantallas y unas imágenes que no ralenticen la capacidad de respuesta del sitio web.
Pon un Sitemap. Los mapas de sitio XML son esencialmente un índice de todas las páginas de un sitio web para ayudar a los motores de búsqueda a encontrarlas y mejorar la navegación. Este archivo asegura que Google pueda detectar todas las páginas importantes.
Archivo Robots.txt. Este archivo, que se incluye en todos los sitios web, da instrucciones sobre indexación a los rastreadores de los motores de búsqueda.
El archivo robots.txt se utiliza para evitar que se indexen archivos, páginas web y directorios no esenciales.
Medición y rastreo de resultados. Hay muchas métricas que puedes rastrear para medir el éxito. Crea un panel de control periódico (diario, semanal, mensual...) para controlar la cantidad de tráfico que llega a tu sitio web desde la búsqueda orgánica.
El SEO puede ser un proceso largo y de mucho esfuerzo, pero que otorga grandes beneficios a cualquier tipo de negocio. Una buena estrategia, además de colocarte en los primeros puestos de un buscador pueden ayudarte a optimizar e identificar nuevas áreas en donde expandirte oportunamente.