Estas personas, que pueden ser pagadas o espontáneas, comentan los puntos positivos y beneficios del producto que haya probado, construyendo una buena imagen de la empresa.
Un embajador no tiene porqué ser un personaje famoso o influencers, sino que muchas veces son los propios clientes los que se convierten en embajadores.
Tanto los pagados como los altruistas realizan un trabajo de reconocimiento de marca e interactúan con los clientes para resolver dudas, darles opiniones, etc. En el caso del embajador remunerado, éste deberá también recopilar las opiniones de las personas con las que interactúan para que las marcas puedan tomar decisiones.
En otras ocasiones, coincide que los que los embajadores sí son influencers. En este caso los beneficios para las marcas suelen ser mayores, ya que las acciones que realicen tendrán un alcance muy superior al que pueda tener una persona no conocida.
Muchas veces, son los propios empleados los que se convierten en los embajadores de la marca. Un empleado contento y sin ánimo de cambiar de empresa suele hablar bien de la marca y comparten contenido por sus redes sociales.
Lo lógico es que conozca mejor que nadie el producto o servicio con el que trabaja. No consiste en que se lo cuente a sus clientes, sino que cuando salga de su entorno laboral lo traslade también al entorno personal. Un empleado que hable bien de la marca, además de hacerla más conocida, también favorece la reputación de la empresa en sí.
¿Cómo encontrar un embajador?
Si estás buscando embajadores, puedes seguir los siguientes pasos para localizarlos.
- Trabajar con una agencia que te localice al mejor perfil dentro de tu ámbito. En este caso, te encontrarán a un embajador de pago.
- También puedes hacer una prueba con tu cliente objetivo. Es decir, puedes dirigirte al grupo demográfico para el que vaya enfocado tu producto o servicio y localizar a aquellas personas que mejor puedan representarte. Por ejemplo, si tu producto se dirige principalmente a estudiantes universitarios, puedes ir a distintas universidades y darles a probar gratis tu producto e invitarles a que comenten qué les parece por sus redes sociales o dejando una opinión en tu web. Ellos se encargarán de hacer el resto. Seguro que entre todos ellos (que ya han hecho una acción a tu favor) destaca alguno que sea un verdadero fan. Una vez localizado, síguele mimando y él continuará con su labor de embajador.