En los próximos años, prácticamente todos los habitantes del mundo desarrollado tendrán acceso de banda ancha y alta velocidad a Internet desde varios dispositivos. Al menos la mitad haremos la compra por internet de forma habitual. Muchos de nosotros pasaremos más tiempo con el ordenador, la tablet o el Smartphone que viendo la televisión. De hecho, para muchos, internet y la televisión estarán en el mismo dispositivo. Internet será una parte tan importante de nuestra vida que al menos una generación no habrá vivido sin el mismo. Puede que queden cinco años para llegar a ese momento… quizá tres.
Muchas empresas ya están empleando los canales digitales para llegar al consumidor. La mayoría los utilizamos para transmitir información a los consumidores, pero todavía quedan muchos que consideren la publicidad digital como un actor secundario y no dedican aún presupuestos importantes en dicho canal.
Varias son las ventajas que tiene la publicidad en el entorno digital:
- Se puede planificar y lanzar una campaña digital online en unos minutos
- Da resultados inmediatos y se pueden reflejar instantáneamente los cambios que se producen en el mercado, en el producto, en nuestra web… y ver rápidamente los resultados y el impacto inmediato que se produce en los hábitos de compra.
- Es versátil y no se limita a los anuncios de un banner.
- Mensajes cortos, mensajes largos, interactividad máxima, con el apoyo de las redes sociales y el desarrollo de las relaciones.
- Boca a boca o viral.
- Es infinitamente creativa.
- Cuenta con la envergadura, la flexibilidad y el alcance necesarios para sustentar campañas de creación y notoriedad de marca a largo plazo.
- No busca solamente obtener respuestas directas y rápidas.
- Es fácilmente medible y rentable si se hace bien, y ofrece perspectivas y datos por los que normalmente se tendría que pagar mucho dinero.
- Su alcance es tan amplio como el de la mayoría de los medios convencionales, incluso más y, gracias a la tecnología, igual de segmentable.
Si creemos que los medios digitales son una extensión de la campaña de medios convencionales, es necesario compararlos en igualdad de condiciones y comprobar la diferencia. Si se quiere sacar el máximo rendimiento a los medios digitales, hay que familiarizarse con ellos, tratarlos como a aliados e incorporarlos ya a nuestras estrategias.
Mucha gente relaciona lo digital con la tecnología. Esto no quiere decir que la tecnología no sea importante, ya que es ésta la que nos permite llegar al público, pero a veces puede suponer una barrera a la hora de entrar en este entorno digital. Los cambios que se producen constantemente en el consumo de medios exigen un replanteamiento general, no sólo de la estrategia de comunicación, sino de toda la estrategia de marketing que la sustenta.
Las marcas y los clientes dejan de ser entes independientes y las comunicaciones son más bidireccionales que nunca. Hoy en día las marcas pueden establecer un diálogo con sus clientes. A medida que aumentan las relaciones y conexiones entre consumidores a través de los diferentes medios digitales, crece su habilidad para consumir mensajes publicitarios y también su predisposición a hablar sobre las marcas.