Ser community manager, el nuevo 'inglés medio' de todos los currículums
No se es experto en redes sociales por tener mucha actividad en tu Facebook, ni por tener miles de seguidores en tu Instagram
martes, 15 de octubre de 2019
Un curso online de un par de horas, cuentas abiertas en tres o cuatro redes y mucha autoestima lleva a cualquiera a creer que puede afirmar en su currículum que está preparado para todo lo que ser community manager requiere.
En un mercado profesional diferente al de hace unos años, donde la especialización en una tarea concreta ya no es tan positiva, sino que es preferible que el candidato tenga un perfil multidisciplinar, a todo el mundo se le pasa por la cabeza 'adornar' su currículum, y parece ser que la gestión de redes sociales es un comodín perfecto a tal efecto.
Ni el intrusismo profesional es algo nuevo, ni los profesionales del social media vamos a ser los primeros en quejarnos de que hay cientos de 'vendemotos' que se hacen pasar por expertos de algo que ni siquiera entienden, pero permitidme la pataleta. No, no se es experto en redes sociales por tener mucha actividad en tu Facebook, ni por tener miles de seguidores en tu Instagram.
Es cierto que ya existe una generación de 'nativos' de las redes sociales capaces de controlar la gestión, pero no nos podemos olvidar de lo verdaderamente importante: la estrategia.
Más allá de lo que se piensa
Las funciones de un verdadero community manager van más allá de publicar o de estar al tanto de las notificaciones. El ser capaz de crear una estrategia orientada a conseguir los objetivos necesarios en cada caso es clave, y el tener esa visión estratégica, esa capacidad de análisis, de evaluación de resultados, de reorientación, el saber adaptar la frecuencia, el tono, lanzar los mensajes adecuados y además hacerlo de forma creativa para sobresalir entre todo el ruido, es lo que define al verdadero experto en Social Media.
Hay incluso quien quiere sacar partido denostando a esta nueva profesión. Es habitual encontrar anuncios de cursos con reclamos como "Aprende en 3 horas todo lo necesario para convertirte en un gran community manager". ¿Tres horas?, ¿en serio? Nadie se vuelve experto de nada en tres horas, por lo que lo único que se consigue es que cale el mensaje de que, como decíamos, cualquiera puede hacerse cargo de las redes sociales de una marca.
¿Quién conversa directamente con el público objetivo de una marca?, ¿quién escucha sus comentarios, sugerencias, quejas y alabanzas?, ¿quién es el primero en detectar una crisis y el que tiene en su mano solucionarla rápidamente? Dejar las redes en manos de cualquiera, supone dejar la imagen de la marca en manos de cualquiera, y aquí todos tenemos claro que un patinazo puede salirnos muy caro en cuanto a imagen se refiere.
Una gestión errónea del principal escaparate de las marcas, las redes sociales, puede, en el mejor de los casos, limitarse a que las acciones realizadas no obtengan una visibilidad o una repercusión acordes a su calidad, pero en el peor de los escenarios puede provocar una crisis de reputación importante.
Las consecuencias para quien ponga la imagen de su marca en las manos equivocadas están claras, pero, ¿cuáles son las consecuencias para los propios community managers profesionales? Pues desde que las marcas no confíen en el poder de las redes, basándose en experiencias frustrantes al confiar en manos no expertas, hasta el hecho de que una profesión de apenas 10 años de recorrido y con un paro meramente residual esté ya de rebajas.
Mercado laboral
Comienzan a proliferar las ofertas de trabajo como gestor de redes por 300 euros al mes. Si atendemos a todo lo expuesto hasta ahora y tenemos en cuenta todo el saber necesario para poder crear e implementar una estrategia correcta en redes sociales, hemos de entender que es imposible que todas las horas invertidas, todos los conocimientos aplicados y los análisis realizados puedan pagarse con 300 euros al mes.
Es cierto que los presupuestos dependen del tipo de empresa o marca y de los recursos de los que estas dispongan, pero de igual manera que todas ellas cuentan con un gestor o un abogado y aceptan las tarifas de estos profesionales sin pensar en coger a un becario que les lleve toda la contabilidad o vele por sus intereses legales, esperemos llegar a un punto en que se pague el know how de un experto en marketing digital teniendo clara su importancia a la hora de conseguir alcanzar los objetivos empresariales deseados.
En definitiva, si has decidido enfocar tus pasos profesionales a la gestión de comunidades online, tienes en tus manos el poner en valor la profesión, demostrando capacidad estratégica, creatividad y un modelo de trabajo enfocado a resultados.
Y si cuentas con un negocio o proyecto propio y estás pensando en que las redes sociales pueden ser un gran aliado (lo son, siempre lo son y todavía no sé qué es lo que vendes u ofreces), piensa en que invertir en la estrategia correcta es siempre un seguro a largo plazo y elige para ello a un profesional formado que encamine tu actividad digital a conseguir tus objetivos y huye de los 'licenciados' en cursos de tres horas.
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