Mientras escribo este artículo, horas antes del
Día Mundial de las Telecomunicaciones y la Sociedad de la Información, también consagrado a Internet, la ciudad de París es escenario de un encuentro sin precedentes.
Representantes de Estado de las principales economías del mundo se han sentado en una mesa con los ejecutivos líderes de empresas tecnológicas que motorizan la infraestructura de la red de redes, para acordar un plan de contención a los contenidos calificados como radicalizadores que impulsan el accionar de ataques terroristas en todo el mundo.
La fotografía ilustra el impacto global de Internet en nuestro presente. Y es que desde la transmisión del primer correo electrónico a través de Arpanet, o desde la puesta en línea de la primera página Web hace 30 años, Internet se ha transformado en un universo digital capaz de conectar a 4,3 mil millones de personas en todo el mundo. Algo jamás alcanzado por otra tecnología.
En el siglo XXI la Red ha barrido con tradicionales prácticas y poderes: la tradicional y soterrada forma de hacer política a puerta cerrada, la forma en que tomamos decisiones de compra, que adquirimos bienes y servicios, cómo utilizamos el dinero, la manera de divertirnos, de entablar y romper relaciones afectivas, hasta el modo de disfrutar el sexo.
Lo digital es el apellido que se ha sumado al Universo en Internet. Y es que contamos con una población digital, un país llamado Facebook, ventanas digitales para los gobiernos, infociudadanos, productos digitales, negocios digitales, en fin, una economía digital que hasta 2013 movilizó el 13,5% de las inversiones en activos fijos (bienes y servicios TIC) el contexto de la
OCDE, equivalentes al 2.7% del PIB en los países de este grupo. Y que, vaya sorpresa, está impactando en todas las formas de producción analógica, una revolución digital a niveles de lo que fue la masificación del consumo eléctrico a finales del siglo XIX, con inversiones estimadas en 47.500 millones de euros en los próximos tres años según
IDC.
En Spain Business School trabajamos modelos que intentan derrumbar todas las barreras de acceso a la educación
La conmemorada Internet resume y retroalimenta lo mejor y lo peor de nuestra civilización: no podemos negar realidades como las fake news, el ciberespionaje, el ciber acoso, la piratería, el contrabando, los ciberfraudes, el malware, el phishing, la trata, la pornografía, o el ciberterrorismo. Todos son partes de los riesgos que se sustentan en el lado oscuro de la Red. Pero hoy nadie es capaz de negar, que pese a los riesgos, Internet es el presente y futuro de las oportunidades de crecimiento económico, social y cultural de todos los países.
Apalancar oportunidades de crecimiento personal y colectivo tras la innovación digital que se sustenta en la Red nos exige formación en capacidades que nos impulsen y empoderen ante las oportunidades que brinda este universo digital en expansión.
Desde 2013 impulsamos el proyecto de Spain Business School, convencidos de la necesidad de acelerar la formación de profesionales "nativos digitales" para que España no quedase en el lado menos favorecido por la transformación digital. En este viaje, la realidad nos confirma que las oportunidades de formación para los profesionales en áreas de la disrupción digital deben incluir modelos que reduzcan las barreras de acceso.
Todo el equipo de
Spain Business School trabaja por habilitar innovación no solo en el uso de la tecnología en las funciones del aula con el e-learning, sino en el ámbito de la oferta de programas, desde el formato de entrega de los contenidos, hasta la gestión de los programas de prácticas en empresas innovadoras y/o potentes en la economía digital, que brinden alternativas de calidad a la formación académica exclusivista y tradicional. Y es que el no contar con el dinero para pagarse un máster, no puede inhabilitar a un profesional para su transformación.
Este compromiso nos ha impulsado a crecer sumando una comunidad de casi 6.000 estudiantes que se han formado en nuestros programas. En Spain Business School trabajamos modelos que intentan derrumbar todas las barreras de acceso a la educación de los profesionales españoles, y también en América Latina.
Hoy impulsamos ciclos gratuitos y abiertos a todos los mercados de habla hispana, contamos con herramientas de cualificación en competencias específicas para los profesionales que ya está en el mercado laboral, programas a la medida de empresas y organizaciones, hasta los programas de máster 100% nativos digitales, que nos han valido reconocimientos importantes como fue el obtenido por nuestro
MBA en Administración de Empresas Digitales, valorado entre los 10 primeros de España.
En nuestra escuela de negocios digitales estamos convencidos de que la transformación digital es una oportunidad. Por ello en el Día de Internet, te invitamos a que identifiques tu lugar en la economía digital. Así que
“Dile Hola a la Oportunidad” y recorramos juntos este camino.