En los últimos años los blogueros se han convertido en una figura imprescindible para las marcas. Existen dos tipos de bloggers: los profesionales y los amateurs, y ambos pueden ser compatibles dentro de una misma estrategia comunicativa.
También existen dos tipos de blog: los propios y los externos, y, al igual que antes, podríamos basar nuestra estrategia de comunicación en ambas tácticas, puesto que aparte de que las dos aportan SEO cada una ofrece ventajas distintas.
Un blog es un espacio en Internet que en un gran número de casos aporta contenido de valor para su target. Normalmente son creados por personas expertas o que “controlan” mucho sobre el tema del que hablan: moda, cocina, marketing, finanzas, deportes, psicología, decoración, etc. Por lo que los blogueros se convierten en una especie de “dioses” para sus seguidores. Sus testimonios son creíbles, sus opiniones son valoradas, sus comentarios son agradecidos por sus lectores... ¿qué mejor manera tiene de llegar a su público una marca? ¿Quién no ha hecho caso alguna vez a las recomendaciones de los líderes de opinión online? ¿Quién no ha visto algún “consejo” del marketing de influencia?
Lógicamente, cada bloguero tiene su “tarifa”, unos lo hacen de forma totalmente altruista, a todos les gusta probar el producto a promocionar, otros te lo cambian por la compra de espacio publicitario y otros marcan el precio. Eso sí, no siempre los comentarios que hagan van a jugar a favor de la marca. Es muy posible que si algo no les gusta lo comenten también.
Para crear tu estrategia con blogueros puedes contactar directamente con cada uno de ellos (o con sus managers o agencias), o bien acudir a una plataforma de bloggers. Existen múltiples plataformas, aunque dependiendo del sector o industria a la que pertenezca tu empresa las encontrarás con mayor o menor facilidad.
Una vez que lo hemos conseguido, no pensemos que se trata solo de una campaña, sino que tenemos que tratar de convertirlos en embajadores de nuestra marca, algo duradero en el tiempo.