Beneficios de ser una empresa socialmente responsable

La Responsabilidad Social Corporativa (RSC) o Responsabilidad Social Empresarial (RSE) la entendemos como la contribución activa y voluntaria al mejoramiento social, económico y ambiental por parte de las empresas.

martes, 15 de diciembre de 2020
Hace unas décadas, las divisiones de opinión respecto a las obligaciones morales de las empresas eran muy dispares:
 
Por un lado, nos encontramos con declaraciones como las del economista Milton Friedman, quien aseguraba en un artículo publicado el 13 de septiembre de 1970 en New York Times Magazine (“La responsabilidad social de los negocios es aumentar sus ganancias”) que las empresas no deben tener ningún tipo de responsabilidad social puesto que hay una responsabilidad social de los negocios y sólo una: usar sus recursos y comprometerse en actividades diseñadas para aumentar sus ganancias con tal de permanecer dentro de las reglas del juego; es decir, de comprometerse en una competencia abierta y libre, sin engaño o fraude.
 
En oposición a Friedman nos encontramos con Melvin Anshen, que ese mismo año afirmaba que existía un contrato social implícito entre las empresas y la sociedad. Para Anshen es la sociedad la que establece las normas que estructuran los objetivos y responsabilidades de las empresas conforme con los intereses sociales prevalecientes. Si anteriormente se miraba por el rápido crecimiento económico, en los años 70 la sociedad presiona para que se tenga también en cuenta la mejora de la calidad de vida y la preservación del medio ambiente.
 
El número de autores que en estos años se sitúa tanto en una posición como en la otra es parecido. Sin embargo, a partir de los años 80 son más los autores y la sociedad, que también ejerce presión, los que se van posicionando hacia el lado de la responsabilidad social. La RSC va perdiendo esa imagen de “modelo solidario” o de cooperativismo para empezar a cobrar fuerza como sistema de gestión empresarial. Y es en la década de los noventa cuando la Comisión Europea utilizó el concepto, para implicar a los empresarios en una estrategia de empleo que generase mayor cohesión social, ya que, en la sociedad europea, había cada vez más problemas en torno al desempleo de larga duración, lo que suponía un aumento de la exclusión social.
 
Con el cambio de siglo, este concepto ha ido evolucionando constantemente y cobrando fuerza tras la llegada de la globalización, el desarrollo de nuevas tecnologías, el aceleramiento de la actividad económica, la conciencia ecológica y el compromiso con el medio ambiente…
 
En la actualidad la RSC afecta e influye en todos los sectores del tejido empresarial e impacta en todos los grupos de interés de las empresas.
 
El modelo de empresa socialmente responsable tiene una triple visión: económica, social y medioambiental. Razones para que cualquier empresa adopte y se comprometa a llevar a cabo medidas de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) hay muchas; por una parte, las que le afectan directamente a la empresa y, por otra, los beneficios hacia el mundo que nos rodea. Entre las principales que le afectan a la empresa podemos destacar:
 
  • Mejora la imagen y reputación corporativa. En una sociedad en la que gran parte de los que la formamos nos identificamos, o incluso comprometemos, con razones sociales, medioambientales o económicas vemos con otros ojos a una empresa que se “solidariza” con nuestros mismos intereses, nos reconocemos en sus causas, simpatizamos con sus intereses…
  • Promoción y respeto de la diversidad.
  • Mayor competitividad y sostenibilidad para la empresa. Ser responsable socialmente genera más productividad, porque la mejora en las condiciones laborales de los trabajadores optimizará también su eficacia.
  • Ventaja competitiva. Hay iniciativas que fomentan la participación de los accionistas y datos que animan a los inversores, como por ejemplo los de Nielsen de 2014 que decían que el 93 % de los consumidores están a favor de comprar a aquellas empresas que apuestan por la Responsabilidad Social Corporativa e invierten en la sociedad.
  • Capacidad para atraer el talento. A los trabajadores nos agrada formar parte de organizaciones que respetan al individuo e invierten en nuestra capacidad de aprendizaje o en el respeto al medio ambiente, además de tener un salario competitivo y unas condiciones de trabajo dignas.
  • Ventajas fiscales y laborales. Como subvenciones y/o bonificaciones para la contratación, beneficios o de desgravaciones fiscales.
  • Atracción de inversores. Los inversores prefieren empresas bien posicionadas socialmente.
  • Reducción de costes. Acciones como el reciclaje o una menor emisión de gases pueden ayudar a reducir costes innecesarios.
 
Sin embargo, los beneficios que aporta a las empresas no son cuantificables, más bien son de creación de una buena reputación. Las empresas consiguen una mejora notable de la situación empresarial a nivel económico y financiero logrando ganar una mejor reputación y activando las inversiones.
 
Respecto a los beneficios que obtiene la sociedad o el planeta destacan:
 
  • La mejora de la cohesión social.
  • La lucha contra la pobreza y la contribución al desarrollo.
  • El refuerzo del respeto para los Derechos Humanos.
  • El refuerzo del respeto de los Derechos Fundamentales.
  • La preservación del Medio Ambiente.
  • Contribuye al desarrollo sostenible, a través del cuidado y respeto por el Medio Ambiente.
 
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