Esta es una frase que me acompaña cuando algunos de mis alumnos vienen con “un problema que no tiene solución”. Lo normal es que un emprendedor, aparte de la idea de negocio, aporte muchos conocimientos a su negocio. Algunos, por ejemplo, puede ser en el tema financiero y de recursos humanos, otros en las ventas, las relaciones públicas y gestionando crisis, algunos en las compras y las redes sociales, otros únicamente en el tema tecnológico... En infinidad de casos es el emprendedor quién se convierte en autodidacta buscando complementar el resto de las áreas que debe de dominar y también buscando soluciones a sus problemas, pero también hay muchos casos en los que el emprendedor prefiere formarse y poder solventar dudas o problemas con alguien más experimentado. Esto último no siempre sucede antes de ponerse en marcha, sino que son muchos que con un negocio ya arrancado deciden instruirse.
El
máster en Emprendimiento de Spain Business School no peca de clasicismo académico, Cuenta con profesionales de referencia que imparten sus talleres y comparten con nuestros alumnos sus experiencias, y, por supuesto, que les dan feedback con las opciones de mejora en sus casos prácticos, pero no lo “sueltan” y se olvidan de ello, sino que les facilitan una serie de recursos y herramientas para que los alumnos puedan tomar las mejores decisiones en sus emprendimientos. Además, suelen ser profesionales accesibles incluso mucho después de que el alumno termine y quiera resolver algo con ellos.
Es cierto que el temario toca todas las áreas que existen en cualquier empresa + el área digital, pero no significa que todos los alumnos deban de realizar obligatoriamente todas las temáticas porque, por ejemplo, si se te dan bien las finanzas y es una parte que ya tienes controlada ¿para que necesitas perder el tiempo en ello? ¿no será mejor que refuerces tus debilidades con otras temáticas que no controlas tanto? La formación se adapta a las necesidades de los emprendedores, reforzando sus debilidades y manteniendo sus fortalezas.
Un emprendedor tiene que estar siempre alerta para agudizar el ingenio, no solo ante la falta de recursos, pero también es bueno que aprenda de las experiencias de los demás. Es difícil que exista un emprendedor que entienda de negocio, de marketing y de tecnología (imprescindible hoy en día), pero sí existimos perfiles emprendedores que nos hemos formado en la “pata” que nos faltaba y que hemos aprendido con nuestras experiencias y con las de otros y que no solo somos capaces de transmitirlas, sino que además disfrutamos ayudando a construir sueños.
Creo que nuestro claim ¡Dile Hola a la Oportunidad! Refleja nuestro espíritu.