Crowdfunding, una nueva forma de financiación

Como consecuencia de la crisis económica que estamos sufriendo a lo largo de estos años, cuando arrancamos un proyecto profesional siempre nos encontramos con el escollo de la financiación. Las opciones para desarrollarlo se limitan en la mayoría de las ocasiones a la solicitud de un préstamo, pero en esta última década, han nacido alternativas de financiación que no requieren recurrir a la banca tradicional. Estamos hablando de la financiación colectiva o crowdfunding.
 
¿Qué es el crowdfunding?

Es un sistema de financiación colectivo que ofrece la posibilidad de financiarse a través de pequeñas aportaciones de capital. Si hablamos del tipo de crowdfunding de recompensas o micromecenazgo, que es el más común, los donantes no reciben una parte de los beneficios, sino que suelen ser recompensas relacionadas con el proyecto que se va a llevar a cabo.


Haciendo un poco de historia……

Tenemos que volver unos años para atrás para saber cuál fue el nacimiento de esta forma de financiación masiva. Fue en 1997 cuando un grupo de rock en Estados Unidos logró financiar su primera gira por EEUU con aportaciones de los fans.

En España, los pioneros fueron el grupo de rock Extremoduro que hizo algo parecido para financiar su disco Rock Transgresivo. Otro ejemplo más actual lo vemos en la campaña de crowdfunding que utilizó Podemos para financiar su campaña electoral o la plataforma Mobincube, un generador de aplicaciones de dispositivos móviles donde lograron una importante recaudación para poder iniciar su proyecto.
 
El proceso para lanzar proyectos mediante crowdfunding se puede resumir en dos etapas:

  1. Publicar la idea en la plataforma adecuada, indicando la cantidad requerida para desarrollarla.
  2. Llevar a cabo una buena campaña de comunicación para difundir el proyecto y recaudar el dinero antes del fin de la fecha límite.
 
Si se alcanzara el 100% de lo solicitado, el creador de la idea debe dar a sus financiadores la recompensa prometida, que puede ir desde participaciones en el negocio a beneficios económicos o materiales.

 
¿Qué tipos de crowdfunding existen?
 
Existen 3 tipos de crowdfunding principalmente:
 
-Equity Crowdfunding. Adecuado para quienes estén interesados en comprar participaciones a las empresas, lo cual permite a las start-ups ceder participaciones sin estar en bolsa. Plataformas como la pionera Sociosinversores o Seedquick ofrecen la posibilidad a los inversores de financiar ideas a cambio de una rentabilidad económica una vez alcanzados los objetivos de recaudación.
 
-P2P Lending o préstamos entre particulares. Permite a los particulares ejercer de prestamistas o de prestatarios, de manera que varias personas financien un solo crédito. Lendico y Zank son algunas de las plataformas.
 
-De recompensas o micromecenazgo. Recauda pequeñas aportaciones para lanzar un proyecto del que luego el inversor obtiene una recompensa material. Así, las españolas Verkami, Lánzanos y Kickstarter son algunas de las más populares.
 

Etapas del crowdfunding de recompensas o micromecenazgo

Se puede resumir en las siguientes etapas:
 
1. Escoger Plataforma. El creador publica en una de las plataformas toda la información del proyecto, su meta y los objetivos de la financiación. Las plataformas nos asesoran para realizar los cambios que lo hagan más atractivo. Posteriormente preparamos el material que se publicará (descripción, imágenes, vídeos...) y fijamos la cifra que se pedirá.
 
2. A las aportaciones que hace el público pueden corresponder diferentes recompensas. Desde un mínimo aporte, pasando por aportaciones que le reportan al donante ser nombrado por ejemplo en los créditos del proyecto artístico financiado o recibir algún obsequio, hasta un nivel de mecenazgo que se puede recompensar con cosas como una cena con los creadores, salir en los créditos de la película, etc.
 
3. Se abre el plazo. Algunas plataformas no ponen límite al periodo de recolección, pero lo normal son 40 días. Periodo en el que hay que trabajar en todos los canales, ya sean blogs, Facebook, twitter, prensa... En este tiempo podemos actualizar la información, pero no cambiar la cifra pedida ni las recompensas, aunque sí añadir incentivos al llegar a cierta cifra. La financiación concluye cuando expira el plazo, no al alcanzar el objetivo. Si se llega antes al objetivo, se sigue recaudando. Y si no, no se produce cobro alguno.
 
Si se reúne el total del dinero solicitado, en ese momento se le descuenta a cada donante el importe de la tarjeta de crédito, y el creador recibe el dinero y cumple con las recompensas. La plataforma hace los pagos a los donantes y nos entrega el dinero, descontando una comisión que ronda el 5% (depende de la plataforma). Además, envía un listado con los datos de los mecenas (dirección, cantidad aportada...) para que mandemos las recompensas comprometidas.
 
Si no se reúne el total del dinero, el proyecto se pospone o se cancela, y los fondos no se cargan sobre las cuentas de los donantes.
 
Ahora que ya sabemos en qué consiste el proceso de crowdfunding, ¿qué es lo que nos falta?... ¡La idea! Dentro de cada uno de nosotros llevamos un creador dentro, así que a soñar con nuestro proyecto… ¿Te atreves a intentarlo?
 Artículo escrito por Francisco Oviedo
Francisco Oviedo es diplomado en Gestión y Administración Pública por la Universidad de León y Técnico Superior en Administración y Finanzas. Actualmente trabaja resolviendo expedientes administrativos de la Ley de Dependencia en Castilla y León. Francisco es alumno del Máster Analítica Web y Big Data en Spain Business School, donde aprende a medir, analizar y a proponer nuevas acciones observando los datos del tráfico web con el objetivo de entender su navegación para optimizarlo. Puedes seguirlo en Twitter @oviferfr y en su perfil de Linkedin.