Imagina a Lucía, una experta en ciberseguridad que trabajaba en una empresa líder tecnológica. Una tarde, mientras revisaba el sistema de seguridad, detectó un intento de acceso no autorizado. En lugar de alarmarse, se entusiasmó: sabía que este era un caso típico de hacking ético, y ella misma había contratado a un equipo de "hackers" para poner a prueba las defensas de su empresa.