Los negocios tradicionales enfrentan uno de los mayores retos de su historia: adaptarse a un mundo cada vez más digital. La inteligencia artificial (IA), una de las tecnologías más disruptivas, está revolucionando la forma en que las empresas operan, toman decisiones y se conectan con sus clientes. Esta transformación no solo está cambiando las reglas del juego, sino que también está generando oportunidades inmensas para aquellos que sepan cómo aprovecharla