¿Va a quitarme mi puesto de trabajo un robot?

Posiblemente sea una de las preguntas más realizadas de los últimos años

lunes, 12 de agosto de 2019
Algunas de estas preguntas se han convertido en tópicos cada vez más frecuentes en los últimos años, en los que las empresas y el resto del mundo han vivido la digitalización. Nos encontramos en la cuarta revolución industrial y, como sucedió en otras revoluciones anteriores, muchos trabajos desaparecen o evolucionan. Por ejemplo, en la primera de ellas el sector agrario se vio fuertemente afectado con la implementación del motor de vapor, desapareciendo multitud de empleos, como los relacionados con la cría y cuidado de caballos debido a que el ferrocarril y el barco a vapor surgían como nuevos sistemas de transporte. Sin embargo, el motor de vapor generó a su vez una gran demanda de nuevos empleos relacionados con su uso y mantenimiento, requiriendo trabajadores especializados en el novedoso sistema. Este sencillo ejemplo nos sirve para ilustrar la situación actual con los “robots”, o mejor dicho softwares de inteligencia computacional, y la perspectiva desde la cual afrontarla.
Es importarte comenzar no tomando a estos sistemas como meros sustitutos de empleados, sino como herramientas que nos ayudan en la automatización de multitud de tareas cotidianas, resolviéndolas en cuestión de segundos y ahorrando así esfuerzo, tiempo y recursos. Como sucedió con los motores a vapor, la aparición de esta nueva tecnología hace que desaparezcan puestos tanto en el campo físico como en el digital, lo que hará peligrar aquellos empleos que entrañen procesos informáticos con estándares y pautas rutinarias, lo que se conoce vulgarmente como “picar datos”. Sin embargo, otros nuevos departamentos han surgido en multitud de empresas relacionados con estos revolucionarios avances; Big Data, Business Intelligence, Data Science, Insights and Research... los cuales demandan perfiles nunca vistos anteriormente. Entonces, ¿qué puedo hacer yo como profesional ante esta situación? Como sucede con cualquier otra herramienta, para que ésta pueda aportar valor, primero necesita de alguien que domine su uso y es en este punto en el cual de nosotros depende tomar la iniciativa. Especializarnos y formarnos en campos relacionados con el desarrollo, implementación, uso y mantenimiento de estas nuevas tecnologías nos facilitará la entrada al mundo laboral y nuestra supervivencia en el mismo, pudiendo satisfacer con nuestros conocimientos la demanda de estos nuevos puestos. Además, alejándonos de lo estrictamente digital, el cerebro humano es capaz de aportar muchas cosas que, por el momento, la tecnología no puede hacer por si sola o bien aún no domina: la creatividad, el arte o la imaginación son solo algunas de las cualidades que pueden suponer un elemento diferenciador en el desempeño de nuestras funciones en comparación con un software. Un buen ejemplo de ello son los creativos, diseñadores, editores... Las alternativas laborales en este escenario son muchas y variadas, al contrario del punto de vista fatalista desde el que a priori se suele abordar este tema.

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