Qué es un estudio de mercado y cómo realizarlo

Un estudio de mercado. Como su nombre indica, es un estudio que se realiza en el mercado en el que queremos operar antes de lanzar un producto o servicio para saber si realmente va a tener posibilidades de venta.

martes, 10 de noviembre de 2020
Hacer un estudio de mercado es algo que tienen que contemplar todas las empresas porque, en más ocasiones de las que podamos pensar, la oferta que muchas veces tenemos no se ajusta a las necesidades del mercado y, fatídicamente, son negocios que suelen acabar en fracaso a los pocos meses de arrancar.
 
Las grandes empresas saben mucho sobre testar productos o servicios. De todos los productos que generan (ya sean nuevos o con innovaciones), solo un 20% ven la luz, lo que quiere decir que hay un 80% que no tienen interés para el público y que, en el caso de salir, sería un fracaso asegurado.
 
Como emprendedor estás convencido de que tu producto o servicio es lo mejor, y es genial que lo creas así, pero antes de lanzarte ¡comprueba que tu público objetivo también lo cree!
 
Cómo hacer un estudio de mercado
 
Existen cientos de empresas especialistas en realizar este tipo de estudios. Ellos se encargan de todo, de localizar a los usuarios, de realizar las encuestas, de comprobar datos y ofrecerte los resultados. Lo ideal, si se puede, es dejar el estudio en manos de profesionales.
Si el presupuesto no da para ello, te dejamos algunas claves para que puedas realizarlo, aunque la muestra no vaya a ser numerosa, sí te permitirá tener unos resultados con los que tomar la decisión. Ten en cuenta que de este estudio puede depender el éxito de tu negocio, así que no cuentes con hacer una estimación entre tus amigos y familiares porque puede que no sean tu público. Y, además, puede que no quieran herir tus sentimientos y tampoco sean sinceros contigo si lo que ven no les gusta.
 
Lo primero de todo es que seas sincero contigo mism@. ¿Realmente ese producto o servicio es tan bueno? ¿Tú pagarías por él? (en caso afirmativo, ¿cuánto pagarías?).
Ahora que le has dado el OK, ¡vamos con ello!
 
Vas a necesitar dos tipos de datos: cuantitativos y cualitativos. Los primeros te van a dar información pura y dura de datos. Los segundos, los cualitativos, te van a informar sobre intención de compra, oportunidades o amenazas...
 
Lo primero es definir el número de personas que van a participar de tu estudio. Para ello deberás contemplar si te encuentras en un mercado muy segmentado o generalista y si estarás a nivel local, nacional, internacional.
 
Para comenzar debes de usar los paneles de consumo, que te darán información de cuál es tu mercado y cuál es su tamaño. Se trata de preguntar por los productos o servicios que la gente ya ha comprado (no por lo que podría comprar, sino por los que ya lo ha hecho). Y después conocer su grado de satisfacción, para saber las oportunidades y amenazas que nos podemos encontrar.
Después, puedes realizar una encuesta para saber qué motiva a la gente a comprar productos o servicios como el tuyo, saber si realmente cubre una necesidad. Por ejemplo, es posible que una tienda de disfraces tenga éxito en un barrio en el que hay varios colegios, ya que públicos interesado sí que va a haber.
Ahora, es necesario, además de saber que sí que vas a tener posibles compradores, si es viable. Con esto nos referimos a si tienes un precio competitivo, o un rasgo diferenciador respecto a tu competencia. Siguiendo con el ejemplo anterior, podemos tener disfraces únicos y originales (hechos por nuestros patrones, por ejemplo) o dedicados a una única temática. Otro elemento diferenciador puede ser la calidad del tejido, o que se confeccionen con materiales sostenibles. Y en cuánto al precio, ¿qué decir? Con la cantidad de marketplaces que existen va a ser difícil conseguir muchos pedidos si nuestro precio supera mucho al de Amazon, por ejemplo. Eso sí, tampoco consiste en tirar los precios. Puede que tu producto sea tan diferente del resto o relevante que los clientes prefieren pagar más.
 
Lo recomendable es comenzar con el estudio de mercado cuando el producto o servicio solo está en la idea y, si en ese tiempo se ve que es viable, seguir realizando el estudio, pero ya con el producto visible, palpable. Antes de sacarlo al mercado es posible que los propios usuarios te den más ideas sobre cómo mejorarlo o qué le falta (o le sobra). En el caso de que fuese un servicio, también pueden aconsejarte sobre otras posibilidades para ofrecer.
 
Como hemos dicho, es muy recomendable hacer un estudio de mercado antes de salir a él, pero también lo es seguir haciéndolos una vez que está implementado en el mercado para conocer la satisfacción del cliente, qué podemos mejorar.
 
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