I - ¿Cuáles son los retos y tendencias que nos deparará el Big Data para el 2018?

El término Big Data es uno de esos conceptos que parece estar en boca de todo el mundo en el sector del business, la tecnología y el consumo. Pero realmente, ¿de qué hablamos cuando hablamos de Big Data? Nos referimos a conjuntos de datos cuyo tamaño, complejidad y velocidad de crecimiento dificultan su captura, gestión, procesamiento o análisis mediante tecnologías y herramientas convencionales. Y de una manera más coloquial, es la manera de aprovechar y sacar partido de forma inteligente a los exagerados volúmenes de información que se producen a diario.
 
Según Juan Luis Peñaloza Figeroa, profesor de Spain Business School: “2018 será un año de generalización y consolidación del ecosistema de Big-Data, donde, de hecho, los datos gobiernan gran parte de nuestras vidas, porque alguien los explota y los transforma en valor. Los desafíos que nos presenta Big-Data suponen un reto para la inteligencia colectiva y para la sociedad en su conjunto”.
 
Teniendo en cuenta que cada vez más habrá una colaboración real entre humanos y máquinas gracias a las interfaces mejoradas, a la mejora en las soluciones de analítica e inteligencia empresarial y al desplazamiento de recursos a la nube, el Big Data será uno de los grandes protagonistas del nuevo año. Dicho esto, analicemos las tendencias:
 
Big-data y el consumo:
-Será el punto de partida del empoderamiento analítico de las personas de a pie. Puede que no alcance los niveles de la infraestructura empresarial, pero los esfuerzos por hacer que el análisis de datos sea una habilidad estándar y fácil de lograr podría ser transformador para nuestra sociedad. El solo hecho de dar a las personas de a pie el poder de visualizar los datos a su alrededor de nuevas maneras puede abrir nuevas formas de pensar sobre nuestras vidas.
-Será el año en el que las herramientas disponibles para los ciudadanos se vuelvan más avanzadas y permitan acumular más datos acerca de nosotros mismos a través de rastreadores auto-conectados e Internet de las cosas. Nuestros datos personales influirán en todo, desde los anuncios que vemos hasta las ofertas de trabajo que obtenemos, incluyendo el uso que hacen de estos datos las empresas, las instituciones y el gobierno.
-Será el período en el que el uso de Internet como medio de búsqueda de información supere con creces la barrera del 75% de usuarios. Según datos de la ONTSI (Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y la Sociedad de la Información) el 66% de los españoles, frente al 64% de Europa, utilizan Internet en sus búsquedas de información.
 
-Big Data y Empresa:
-Las soluciones Big-Data penetrarán cada vez más en todos los sectores económicos y productivos, desde la venta al por menor hasta las administraciones públicas. Profundizará en la vida diaria y la actividad económica y social, generará valor y proporcionará inteligencia procesable tanto en las decisiones empresariales como en el manejo de la información en tiempo real.
-Se profundizará en la fusión de la empresa y la innovación tecnológica (TI), a medida que el uso de las plataformas de autoservicio se generalicen y se acentúe su inmersión en el ecosistema de Big-Data.
-La implementación de Business Intelligence como modelo empresarial en el ecosistema de Big-Data se extenderá a un amplio número de pequeñas y medianas empresas e incluso a las start-ups.
-Igualmente, los “Gemelos Digitales”, en el contexto de proyectos inteligentes, serán necesarios en los próximos años y ofrecerán capacidades de simulación y análisis del comportamiento humano y empresarial.
-La comprensión e integración de las nuevas herramientas analíticas en las prácticas comerciales existentes, como la realidad aumentada, el aprendizaje automático, la inteligencia artificial, etc., que ayudan a las empresas a comprender mejor a sus proveedores, consumidores y competidores, y a lograr una ventaja competitiva, no sólo se expandirán sino que se consolidarán a lo largo del 2018.
 
Big-data y tecnología:
-Las tecnologías digitales, el almacenamiento de datos de bajo coste, el hardware de alto rendimiento y el software integrado acentuarán el cambio en la forma de interactuar con las máquinas y el entorno interno y externo. Por ejemplo, las start-ups utilizan datos relativos al comportamiento de los clientes para tomar decisiones basadas en información en tiempo real y crear mejores experiencias para sus clientes.
-Los aceleradores de consulta terminarán por eliminar la división entre el almacén de datos tradicionales y la analítica de los mismos.
-Las grandes capacidades de cómputo en el ecosistema de Big-Data pondrán en primer plano a las plataformas que ofrecen aprendizaje automático que incluya cálculo exhaustivo, inteligencia artificial y algoritmos gráficos. Poner el aprendizaje automático a disposición de las masas conducirá a la creación de más modelos y aplicaciones que generarán petabytes de datos.
-Los clientes cada vez más requerirán tecnologías analíticas que sean compatibles con todo tipo de datos y fuentes. Las plataformas compatibles con múltiples tipos de datos y fuentes prosperarán, mientras que las diseñadas para ser utilizadas con una única fuente quedarán obsoletas.
-La arquitectura del ecosistema de Big-Data evolucionará hacia un marco de trabajo multifuncional, paralelo y remoto, superando las limitaciones de la estandarización y la actividad por departamentos estancos.
-Las plataformas de conversación que han alcanzado su punto de inflexión en la comprensión del lenguaje y la intencionalidad de los usuarios impulsarán el siguiente gran cambio del paradigma de cómo los seres humanos interactúan con el mundo digital. En el 2018, las interfaces de conversación se convertirán en un objetivo primordial de diseño para la interacción del usuario y el desarrollo de hardware dedicado (diseño de tareas específicas).
-Los blockchain evolucionarán más rápidamente hacia una plataforma orientada al proceso de transformación digital de las distintas dimensiones de la sociedad del conocimiento. Esta tecnología ofrece una salida radical a los problemas derivados del uso de los actuales mecanismos centralizados de transacción y mantenimiento de registros, y pueden servir como una base de muchas aplicaciones potenciales, incluyendo la actividad de la Administración Pública, el cuidado de la salud, la fabricación de bienes y servicios, la distribución de medios, la verificación de identidades, el registro de títulos y las cadenas de suministros.